Mnemocide: Feeding The Vultures

“Feeding The Vultures” ha sido grabado, mezclado y masterizado por Christoph Brandes en sus Iguana Studio (Bitterness, Mightiest, Necrophagist o Total Annihilation), lo que es una garantía de buen sonido, y es la presentación en largo de los suizos Mnemocide, que como se comprueba tras escuchar “Crash & Burn” nos ofrecen un Death Metal sólido y contundente en una onda a lo Entombed, Grave o Dismember, sin ser precisamente un calco de las citadas formaciones y añadiendo aportes propios que enriquecen el resultado final de su trabajo.

De hecho, hay un amplio espacio para la melodía en sus composiciones de distorsión saturada (“To The Nameless”), aunque la mayoría de las influencias orbitan en torno a un sonido monolítico y pesado donde domina la energía (“In Pain”) y no interesa tanto la velocidad como la pesadez, que es la auténtica protagonista.

Es que no queda de otra, por lo tanto, y como herederos del Death Metal sueco, a Mnemocide no les interesa tanto la velocidad extrema como lograr un sonido denso y oscuro (“Like Ghosts”) y en composiciones como “Again” su cadencia rítmica logra apuntalar un muro sonoro con la suma de todos los instrumentos, dejando una pista que contiene de las mejores melodías del álbum. Casi sobra decir que puedes escuchar “Let Me Feed You” y saber que no interesan los tecnicismos. Eso aquí no importa demasiado, aunque hay que hacer mención a varios solos de guitarra, siempre con mucho peso melódico y no exentos de un sonido que destaca en la mezcla final.
 
También “Dead Men Walking” es un Death Metal sueco bien encuadrado dentro de los patrones de un género tan cerrado, en “Fear Me” acentúan su sentido agresivo y “Revolution Required” contiene unas estructuras familiares, sin salirse de patrones donde marcan los tiempos y se acentúan las partes pesadas.
 
No puedo negar que “Feeding The Vultures” es un muy buen trabajo, lo que sucede es que hay cierta monotonía en un estilo que la mayoría de nosotros hemos escuchado cientos de veces. Ese sonido, los cambios de tiempo dando importancia a la densidad en detrimento de la velocidad… lo que hizo famoso a las bandas del primer párrafo… todo eso está resumido en el primer trabajo de Mnemocide, pero treinta años después de los discos que forjaron el estilo. Eso sí, como tiene un gran sonido, y ofrece justo lo que esperas, es un lanzamiento fácil de digerir. Resumiendo: No sorprende, no decepciona.