Akhlys: Melinoë

Quedé cautivado por esta banda ya desde "Dreaming of I" del 2015. Su toque ceremonial, su liturgia comprometida, aunando un sonido colosal e íntegro me dio las más gratas sensaciones. Su álbum debut, “Suplicattion” (anclado en un total y profundo Dark Ambient), acrecentó mis impresiones sobre el proyecto. Sin dudarlo por un instante me aboqué a la escucha de este "Melinoë" que, en visto a lo escuchado, no se desmarca de su habitual propuesta: un enérgico Ritual Black Metal.

"Melinoë" está dividido en cinco piezas, pero en realidad es un solo ejercicio de fuerza que no para a lo largo del álbum, pareciendo incluso que las divisiones entre tema y tema obedecieran al arbitrio de un sibilino demiurgo. Hablar de cada canción me parece innecesario, ya que cada una, como dije, se halla unificada bajo un único y ubicuo concepto sonoro. Esta integridad en las composiciones en modo alguno podrá ser confundida con la monotonía o carencia de ideas; obedece solo a la esmerada voluntad ostentar cada cara de este poliedro extraño.

Anteriormente mencioné la palabra “fuerza”, no debe ser confundido, en ningún caso, con agresividad o tralla, este no es un aburrido y predecible disco de Kreator, me refiero a que el caudal emocional con la cual están cargadas las canciones llegan con ímpetu al oyente; lo sórdido se transmuta en “Succubare”; la épica es acariciada en “Pnigalion”, dos de las piezas que podría subrayar.

Akhlys es palabra mayor, un viaje asegurado a lo más profundo del cráneo humano, eso sí, con billete solo de ida.